jueves, 21 de julio de 2011

Lluvia


Se sentó para que la lluvia le mojara los pies...
Pero el arco iris se bebía los charcos 
antes de que éstos se mezclaran 
con el barro de sus zapatos. 

Se sentó para que la lluvia le mojara los pies… 
Y terminó corriendo detrás de las nubes, 
dejando un rastro de sol.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusto

Víctor G. Baldovino-Medrano dijo...

Lluvia era quizá
dejada a un lado de la carretera
subía y veía
bajaba y reía

Lluvia era quizá
nacida de begonias
cansada de incienso y poesía
sonrriente de adioses y armonías

LLuvia era quizá
monótona en gris melodía
mochila terciada
sedienta de nuevo día.