Se sentó para que la lluvia le mojara los pies...
Pero el arco iris se bebía los charcos
antes de que éstos se mezclaran
con el barro de sus zapatos.
Se sentó para que la lluvia le mojara los pies…
Y terminó corriendo detrás de las nubes,
dejando un rastro de sol.
2 comentarios:
Me gusto
Lluvia era quizá
dejada a un lado de la carretera
subía y veía
bajaba y reía
Lluvia era quizá
nacida de begonias
cansada de incienso y poesía
sonrriente de adioses y armonías
LLuvia era quizá
monótona en gris melodía
mochila terciada
sedienta de nuevo día.
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