sábado, 1 de diciembre de 2012

Otoño


Llegó el momento. Adiós uniforme, adiós las tareas diarias, la rutina, el dulzor de las mañanas, el sol de mediodía y las fiestas al atardecer. ¡Vistámonos al gusto! Rojo fuego, verde pistacho, amarillo canario, naranja como el sol, color café. ¡Confeti! Y alfombra de tierra y motivos de verdura. Y así en fiesta, se despiden los árboles del verano.

Alguien me dijo un día que su estación preferida era el otoño y hasta hace poco nunca entendí… viene el frío, el desnudo de los árboles, la niebla. Pero eso no importa, eso es mañana, ahora es fiesta. Fiesta, por habernos conocido. Explosión de colores vivos, casi más que en primavera, tan diferentes unos de otros… cumplimos con la misión, y ahora dormiremos para seguir con ella con más fuerza el año que entra.

Y así es como los árboles se despiden de todo lo compartido y se preparan para retomar fuerzas. Mañana Dios dirá y esperemos que diga bien.