sábado, 26 de enero de 2013

Retales del pasado...

Y volvió. Como vuelven las gotas de rocío en las mañanas de primavera. Como vuelven las hojas a acariciar las ramas de los árboles desnudos. Y observó.

Pícara, una sonrisa se perfilaba débilmente en su gesto. Era gracioso ver como el armadillo escapaba de los brazos de Morfeo para escribir sus sueños develados. Bichejo extraño donde los haya.

Lo pensó varias veces y decidió dejar su huella fría sobre el abismo de comentarios vacíos.

Y hecho esto, se fue, agradeciendo haber encontrado que el otoño palpitaba entre los párrafos; feliz, de haber descansado de una tarde de escritos científicos en inglés, de entonaciones francesas.

La lluvia empapó el rastro, de aquel ser de sangre fría. Y si vuelve o no vuelve dependerá del destino.

Publicado en 2008 como comentario aquí.

sábado, 12 de enero de 2013

¡Un año de sol!



Hoy hace un año nació un pequeño sol. Le costó salir de su primera cunita, no sé si por lo de “cabezón” como su padre o por “dormilón” como su madre. Era tranquilito, tanto que apenas se movía. Hoy, un año después, no hay quien lo pare. Gatea por un lado, gatea por el otro. Da palmitas, canta, habla y se ríe. Se ríe y sonríe tanto que yo de mayor quiero ser como él. Se levanta con una sonrisa en la cara, con los ojitos brillantes en búsqueda de nuevas aventuras. 

Y sólo al verle, dirías que es el niño más feliz del mundo. ¿Será por tener unos maravillosos papás? ¿O los abuelos que piensan en él cada día? ¿Los animalejos que le rodean? ¿Será el puré o el jamón ibérico?


¡Pequeño gran solecito! ¿Cuál será su secreto? Quizás cuando hable me lo podrá contar…


Un año de sol, y que sean muchos, muchos, muchos más.